martes, 24 de marzo de 2009

Aprendiendo a nadar

Este fin de semana he ido por primera vez a la piscina, cada día es una aventura nueva, no paro. El viernes fui con mamá a la piscina de Solares, a mi primer curso de natación, allí me encontré una bañera gigante donde había más niños, y una chica nos junto a todos los bebés y papás y nos fue enseñando como deslizarse por el agua y a sumergirse, yo fui de las más valientes y no lloré ni una vez, ni cuando me metieron debajo del agua. Pero en esta super bañera el agua no estaba tan calentita como en casa, así que al ratito mamá y yo empezamos a notar un poquito de frío.
Como a mamá y a mi nos gustó lo de la piscina, el domingo fuimos de nuevo, pero esta vez fuimos a una piscina donde va mi primito Gabriel. Esta era una super piscina redonda y calentita como la bañera de casa, aquí si que lo pasamos bien con los juguetes y el monitor, que era muy simpático, en esta no nos sumergieron, aquí solo jugamos con los patitos, y mi primi (que ya lleva más clases que yo) le pusieron en una colchoneta y con las piernas chapoteaba en el agua. Pero aquí si que me puse un poquito disgustada y lloré un poco, pero es que para llegar a tiempo me desperté muy pronto y casi ni desayuné, así que después de tanto ejercicio me entro el hambre y claro tenía que avisar a mamá para que me diese teta, así que mientras Gabi terminaba de hacer sus paseos yo comía con mamá al calorcito de la piscina.
Aquí os pongo una foto mía y de Gabi con mamá y el tío Sergio.