miércoles, 28 de enero de 2009

Los villancicos en Teran

Mis papas todos los años se juntan con unos amigos en Teran para cantar villancicos antes de noche buena.
Este era el primer año para mí y para otra niña llamada Irene. Pero no éramos los únicos pekes, estaba también Nicolás y Andrea (que jugó un ratito con mamá y conmigo).
Pero no solo se canta en esta reunión, aquí pasan muchas cosas bonitas que no sé si voy a poder contar bien.
A parte de haber un montón de comida y un montón de gente, llega un momento en esta reunión de amigos para compartir la navidad, donde la Abuela Rosa da una pequeña vela a cada uno de los reunidos, entonces se apagan las luces, se hace un silencio que nos recoge como en un abrazo y uno a uno va expresando sus deseos y propósitos para el año que se acerca.
En este momento aparecen muchos sentimientos, lágrimas, risas y cada vez que uno comparte su propósito apaga la luz dando paso al siguiente.
Es un momento mágico.
Mamá se propuso tener más paciencia, porque conmigo y Baru (mi perrín) a veces se le acaba, también pidió tener fuerza y sabiduría para conseguir mantener la familia feliz y unida, pero yo creo que para eso no va a tener que trabajar mucho.
Papá pidió que no le faltase la fuerza para conseguir sus propósitos.
También me gustó mucho cuando Nicolás, el niño más grande, dijo que uno de sus propósitos sería enseñarle las canciones que él había aprendido, a su nuevo hermanito que va a llegar de Etiopía. Y nos cantó una que aprendió en el colegio. Como me gustaría otro año, cuando sea yo mayor, poder cantar todos juntos una de esas canciones, con él y todos los niños que nos juntemos.

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